lunes, abril 15, 2024

Kierkegaard y el toro

  Lo dijo Faemino y yo al toro le avisé. Si estamos a lo uno; lo otro a las dos, no puede suceder sin antes no te has preguntado quienes somos, de donde venimos y a donde vamos; los que se hacen una foto y representan a los sindicatos, con el mayor crápula que se ha dado en el sector periodístico en los últimos años, se lo tienen que replantear; porque si, pueden alegar que necesitan luz, pero el susodicho, reinterpretara las fotos como le convenga y por supuesto le pagan, las empresas que dejan de patrocinador corredores ciclistas cuando la sociedad descubre que se habían estado dopando, vamos engañando, aunque siempre mostraron el lado brillante de la vida. Brian también lo cantó y el manipulador, lo repitió, una y cien mil veces, ¡poco me parece! con preguntas te podrías hacer saliendo del Clauditrol.

   Se achaca al toro, nobleza, de Kierkegaard no profundizaremos porque Cansado lo leyó en su tiempo; en la liga de Debates, también le mencionan. Pero twitter quitó profundidad y nos sumergió en las aguas turbulentas, no en las de Garfunkel, el de la televisión, sino en las emponzoñadas, de las cuales sales tras una hora, agarrado a la tabla de una realidad ajena, se sacude uno y termina diciendo, "pues tampoco era para tanto". 

   Tanchu que lanzó un saludo cariñoso, al robinson que andaba vagando corriendo, buscando la salida a la zozobra de una día de mula sin bridas, nota que como si aún siguiera en la lista, no le responde. Habitar una isla y una moto tiene esa circunstancia que como no salgas de ruta con otros, ni te encuentras, ni sabes por donde empezar la conversación. Mira que como el interprete se había echado la mano al corazón para darle cariño, pero a lo lejos, en la noche y por exterior de un escaparate que parece te ha puesto un cristal delante; no tienes porque notar que el corredor ha estado metido en un circunloquio eso sí, en una tierra milagrosa que asoma ríos, que quisieras que ya no se perdieran, pero que el mismo Sol del día te ha situado acerca de la duración de esas aguas de quita y pon.

  Del toro, como del campo se puede hablar todo. Te desayunas con la noticia de la pérdida de unos diez millones de euros por las negligencias de partidos como Vox y el partido popular, en Castilla y León y te piensas los ganaderos de la comunidad son Kierkegaardianos, porque como seres que iban embalados hacía lo individualista, han visto la luz, cuando les han mostrado la patria y las banderas y han rechazado a quienes les dan valor en su devenir individual para que vieran en el otro, no un cliente al que le puedan dar una carne sin cumplir normas y por lo tanto, tratarle como tal, sino a un ciudadano con el que crecer para que toda su gestión pueda ser valorada.

  Pero no, se embiste siguiendo trapos de colores y luego cuando te quitan la capa de delante, se ve la amplia meseta por la que debe transcurrir de aquellos polvos, hacía los lodos.

domingo, abril 14, 2024

Un atardecer

 Seduce el recuento de los votos que se entregaron desde el conocimiento. Las ninfas y los geniecillos que acompañan a nuestro particular "antropólogo inocente", cobran vida sobre los castros en los que construyeron los momentos de su existencia bajo los designios de los primeros y últimos rayos de Sol que regaban aquel lugar.

  No muy lejos, subiendo a través de una senda una madre huía con sus hijas, un pollino y tres gallinas hacía la agreste montaña que daba refugio por los bombardeos que se sucedían por las radios sobre los mensajes que eran importante para la sociedad.

   Uno de los rayos enterado de alguna de esas vicisitudes decide ralentizar su llegada y el calor que produce por atravesar una atmósfera desprotegida. Ascensión considera la posibilidad de parar porque descubre que los otros rayos, estos hertzianos ya no tendrán embebidos a las aves que habían dejado de poner huevos, porque en un anuncio las habían incitado a no engordar y a darse baños de sol, en vez de dedicar un tiempo a una tarea que se había repetido por años. El burro, muy en lo suyo, consideraba que hablar de lo importante, era escuchar al mequetrefe, engolado, endiosado, soltar proclamas que, ¡vaya que casualidad! en su fábrica, sacaban como churros a un precio en el cual él se enriquecía y las naderías se deshacían entre la realidad. 

    Algunos de los integrantes del rayo, decían que tenían que retomar su velocidad y su sentido; Juan el conductor de aquel poderoso evento, decía que montaría a las niñas y las quitaría la venda de anuncios de sometimiento, también lo haría, de los finos velos con los que las van vistiendo entre anuncios y telenovelas que la madre se había negado a ver desde el principio.

   Cuando subida en un pino, ella, Ascensión  arengo para su descenso a aquel castro; de su sondios silbante, los que antes andaban entre aquellos pinos, para trazar miedos, enervantes, tenebroso, decidieron que seria al atardecer cuando llegarían al lago, donde el último rayo, sólo les delataría en un instante 

sábado, abril 13, 2024

Abogado de oficio

 Se manifiestan por una especie de Falcon Crest nuestros límites en el conocimiento de todo lo que rodea el cuidado de una viña.

  Se gripa, la mula, como puede ser la mente de un ser enajenado por imágenes en las que enarbolan sus manipuladas neuronas y ondean unos ideales, hasta llegar a lo más hondo de su indignidad.

   Traza la noche escondidos sobre los que editar una perdición. Acude la mente al encuentro con los que se invisten de la palabra libertad. Dan premios con esa grandilocuente palabra, exacerbando su importancia, a quien ha tomado un país desde su riqueza, y lo ha manchado desde su falta de respeto a las leyes internacionales. 

   Ponen carteles sobre el libre albedrio, como si el de ese magnate fuera el mismo del disfrutado en la plácida vida, llena de diarios y bellos encuentros de una ciudad universal; sin atisbar estos últimos la importancia de ser ellos o, haciendo una declaración, estos, proclamando lo ajenos que viven, estos parroquianos, a lo que parece ser una lucha de intereses contrarios, que les son ajenos.

    Y porque, saben que estas grandes pancartas se convierten en algo cotidiano, sin vida propia, parte de un escenario, al que se adapta uno y agosta su significado; entonces dan un paso más y se preocupan de meter la grandeza de la libertad por los oídos, para que trepanen cualquier muro de cotidianidad que se escurre en la conversación en un parque. 

    Las ondas, no son como las japonesas, buenas, fiables, menos las últimas motos de Marc Marqués. Las hertzianas son de mucho de tragar, luego pueden vomitar infiernos, cielos, vulgaridades, desvergüenzas y bocachanclas pero para que suceda lo último, la radio dice "Aquí Andamios" y entonces Javier, se da cuenta de la modernez y responde "Qué pasa máquina". La primera enseña su boca de alimentación y es inmensa, hiperbórea, insaciable, pero cuando se la alimenta, tiene una cualidad maravillosa para quien la abastece, le es fiel, en el grado máximo y la verdad, la libertad pasa a ser la de ese proveedor.

    Igual que Leoncio acudió a un cura para contarle que un ejecutado aún vivía y el preste se avino a sacar una arma de debajo de la casulla, para recordarle al Abadía, enterrador, que cumpliera su tarea, a la que le ayudaron unos policías, funcionarios, pero también ejecutores. Los comunicadores se hacen eco de la palabra Libertad, alguno hasta se arropan con ella, y con las joyas ensangrentadas de sus verborreas y falta de humanidad, eso si, "patrocinada por tal Comunidad o partido". En infierno podía estar en el trasvestido en una sacristía o en la arcadia que navega por la olas de la comunicación. 

   Radio Encubierta, fue una gran película, que nos habla de las ansías de escuchar música, en libertad. Los emisores condicionados por sus patrocinadores, claro que embarcan la manida palabra. La suben y entonces, sucede la magia. Toman una coctelera y en ella, meten una noticia atropellada, especulativa, ladina y canalla vomitada por un periódico que recibe, de forma caprichosa, el mismo apoyo de la misma Comunidad o de quienes está mantiene; entonces nuestro transmisor principal se hace eco. ecO, eCO, ECO, ECOOOOOOOO, de lo que ha dicho ese mantenido, que a su vez, se ha sumergido en otra pocilga, también con el mismo patrocinador. En un océano, las culpas se diluyen, aunque se intuyen. 

   El bulo contra el enemigo se respira por toda la sociedad, se instala, silente pero persistente en conversaciones cotidianas, entre cuadrillas, o en mesas con partidas de domino. Nadie lo dice pero muchos han absorbido ese aire poluto y le va haciendo efecto hasta que lo puede soltar en el lugar más insospechado. Allí, el ser ajeno, como nos decía en párrafos de arriba, o en esa conversación en la que te hace parecer que tu eres el contaminado, instala un dardo, con el que, eso si, acude condicionado por los aires obtenidos en sus bronquios neuronas condicionados

   Llegan aires nuevos, huracanados o plácidos para disfrutar de los túneles del tiempo por los que hacemos prueba de vida, como lo son los del viento, para lograr nuestra excelencia en los momentos en los que nos desarrollamos.

   Nadie en aquel espacio, atemporal, deslocalizado, intuye entre los gestos de quien con sus actos da vida a un lugar; que en COPE y todas ondas se pueda dar cabida a difamaciones, palabras abruptas, despreciables. Esa misma iglesia, con seres individuales, misioneros en tierra, adquirió no por la meritocracia del niño nacido en un belén y que fuera una eminencia en su vida terrenal, a no ser más que como orador, un mantel de libertad de la que manan Universidades, colegios mayores, institutos, escuelas, no con las pajas de aquel primer lugar, sino con los colchones que diferencian los dotados de los no dotados, en recursos económicos. 

   Se apropiaron del mensaje, los mercaderes, sin que haya habido una fusta de sensatez que se haya podido enfrentar a la del ansia furibunda de dominio. 

    Existe una libertad que se la entregamos al postureo y este, como un sinónimo fiel nos devuelve la postura a un tiempo de estar arrodillado, para ser asaltado por cualquier ser que bajo los faldones de una imagen a la que respetar, sacie con avidez los instintos de quien ha visto sometido a los crédulos y eso, en tu disfraz de dignidad, te conceda los servicios que otros te enseñaron a ejecutar sobre el sometido

viernes, abril 12, 2024

Chirimiri

 Recuerdo aquel maratón, debajo del txirimiri que cayó durante todas esas 2 horas 44 que duró mi carrera de ensueño, me decía aquel ser por desaparecer. Comentó que había creído poseer las fuerzas intactas, incluso después del kilómetro 32, 38, quizás incluso ya dentro de Bilbao, subiendo la ultima cuenta, pensaba ser indestructible, aunque esto quizás es mucho suponer y ya sentía alguna debilidad

  Hablan de conductas inapropiadas. Mono Burgos asimila los malabarismo de Lamine, de origen marroquí, con su posibilidad de ganarse la vida haciéndolos delante de un semáforo. Dani Mateo, presentador humorista, defiende el chiste; bueno, el problema de no entender de ética y no haber recibido muchas clases de lo mismo, es imaginarte al presentador haciendo sus gracias de la tarde o noche, buscándose la vida en ese mismo semáforo. 

  El limitar el humor no es bueno, imaginártelo con Garamendi, diciendo sus gracietas de que el Estado te roba, quitándose el traje de la CEOE y elevado en una banqueta, allí, en el mismo semáforo, con una camiseta rota y cayéndose desde esa altura y viendo como acude una ambulancia y que dijera: ¡eh, pare, pare doctor! primero prepare la factura que voy a generar por haberme caído cuando decía que el Estado nos roba y que yo tengo derecho a quedarme con el dinero que me arrojan, bien al suelo, bien a mí. Sume, a su aire, según mercado los puntos que me pondrán, la inyección contra el tétanos por si el clavo con el que me he pinchado, me produce una infección, no olvide el alcohol y el betadine.

   No se preocupe gerente del hospital publico, precarizado, que me atiende, fui presidente de la CEOE y tengo mucha pasta. 

   En eso acude Dani y le dice a alguien, tal vez a Garamendi: ¡Chacho, que suerte tuviste con aquellos trabajadores extranjeros que te hicieron la obra de tu casa y te las cobraron a la mitad y sin que les pagará la parte que corresponde a la grandérrima España, a la que ¡qué la alimenten los pobres!.

   Sale Panadero, Rafa, va a cruzar por ese famoso paso de peatones relacionados con nuestros cómicos. Javier, hostias ¡me has hecho caso! del Pino le devuelve el golpe, al oportunista  de Max Pradera, también humorista, que atacó, en su sección musical del "avivir" a Podemos (recibieron un escrito para reprochárselo, por sus malas formas, por no dar la oportunidad de decirle su bajeza). Rafa se queda mirando a toda esa banda de humorista. 

    Observa lo siguiente:

    Dani no poniendo límites a los golpes de un Garamendi que se apresta a sacar su billetera para pagar a la sanidad pública, su ascensión a la banqueta, en un símil sobre su subida para dar el semón de la Montaña y Max, sacando la "cheira" con una manta en la otra montaña para defender a la izquierda guay, porque sajar el cuello de los que elevan la voz y son incómodos está bien considerado. Por cierto, cuando va a señalar a Lamine como el culpable, por no saber aguantar una broma, le ven trabajando en lo que le han dado la oportunidad de ser bueno. Como aquellos que reparan casas y las dejan bien y los otros que acuden a los institutos y siempre muestran respeto, en mitad de su rebeldía de juventud.

   Si, puede que no entienda el humor y le ponga límites. Al comentarista futbolero, desatado no se le ocurre hablar de De Bruyne, rubiete, poderoso, belga y decirle que si fracasa, siempre tiene aquel país, Congo, en el cual, ya un rey paisano cometió un genocidio y ahora, por sus riquezas, también se le puede desequilibrar para que sirva para nuestro bienestar y para que las empresas que patrocinan "Zapeando" pueda seguir permitiendo otro nuevo genocidio para que ese dinero que ganan allí, nos permitan sonreír aquí.

    Chirimiri de sonrisas, dicen

jueves, abril 11, 2024

El lecho en notas

 Saco de una mochila encuentros que se escapan al instante. Metí sueños como el que dice que cada persona de nuestra sociedad pudiera cumplir con el derecho a la vivienda que le promete la Constitución; salieron por las ondas, la cara de siete ministros amancebados con el palco que les muestran poderoso y sin embargo, es un escaparate controlado por un constructor. Sus intereses, a lo largo de estos años, nada han tenido que ver aquel tiempo de los deseos, poco con el cuidado por la sociedad. 

  A la vez, acuden a satanizar un barrio en el centro de una ciudad, Lavapiés las fuerzas de lo que se supone un orden. Les mandan los señores del desorden que pueden haber acudido a ese espacio luz. 

  Dos espacios en la misma ciudad; glamour en aquellos sillones donde se negocia entre quien construye y quien debe mandar construir. 

  Visualización de la dependencia de los segundos con respecto al primero. Este último no te ha votado, puede que en el barrio de Lavapiés, ya tampoco mucho confíen en tus continuos malabarismos para parecer de izquierda y actuar siempre con la batuta con la que te dirigen siempre los poderosos. 

  El dueño de tus apariencias te ha demostrado, por sus apoyos a fundaciones de partidos de la derecha, por su trato, hecho visible con quienes si que se confían a él. Aún así, acudes, porque no eres de Bilbao, donde cada uno de los lugares utilizados a través de la ría, en las diferentes plazas es un palco del que podrías disfrutar de autenticidad. 

   Puede que haya cinismo, mucho; primero porque hayas conseguido que una ególatra te destruya una izquierda que si que tenía claro quienes eran su prioridad, el acceso a la vivienda. Segundo, porque pienses que en el otro extrema son muy bestias y tu apuesta, un combinado adulterado, seguro que no el que se tomo Unai Gómez, cuando fue a pedir el nuevo, tras la aparatosa caída del que se aposentaba en su cuerpo, siguiendo ese día, los ritmos del baile de San Vito. Escribíamos, tu apuesta, crees, se la va a tener que ingerir ese votante asustado por la barbarie. 

   Crees, ministros socialistas, Pedro, que el problema de la vivienda es un traspantajo con el que puedes hacer juego de manos para que todo siga igual. Van a saco, el capitalismo envilecido, consciente de sus debilidades, de su inminente fracaso, ya ha sacado el tema del dinero que se queda (ellos parecen insinuar que te roba) el Estado; primero han lanzado a los Figaredo, intrascendente bufón, pero al que le hemos dado bola, para ridiculizarle, pero ellos saben que ya se ha oído, en los altavoces, los que les atacan, pero también entre los que les favorecen.

   Luego, ese bulo lo ha lanzado, el mantenido Garamendi, la insinuación del robo por parte de quienes mandan ha subido muchos grados, este hombre representa a la mayoría de las fortunas que van a subvencionar a los medios de comunicación y estos, estos si que son fieles, como los perros que aparecen en twitter que tanta emoción me dan, que han sido recogidos en una situación precaria y que luego pasan a una buena vida, con los cuidados de un corazón que ama a los animales. Vale el simil, por la fidelidad, no por el tipo de animal, respetable en un caso. En el caso humano, la virulencia de los ataques que lanzarán es comprensible por la manutención obtenida; se tiene que luchar pese a saber será desagradable, violenta, como cuando molestó a esos lobos, el niño pastor, sin haber comprendido aún que la sangre que ya corría por la boca de los lobeznos era un estímulo que incluso les haría olvidado su odio, miedo al humano.

   Hubo un click, que rompió las cadenas, unas débiles, porque nunca se terminó de atar a una maquinaria bipartidista, otras siempre habían sido del chocolate que sacia una necesidad, puntual. 

   Se expusieron como maniquís, pero iban desnudos y las ropas se las pusieron los focos y quien los dirige. 

   Volvimos a comprender que el problema de la vivienda, dicen que con tres millones de pisos vacíos, lo van a tratar con más construcción como si quienes la necesitan estuvieran en disposición de entrar en un mercado de especulaciones, como las que se hacen sobre el céntrico Lavapies que se le criminaliza para conseguir que esa zona caiga en manos de quienes si que están acostumbrados a acudir a esos palcos. Estos, tríleros, pero no de tres cubiletes y un garbanzo, sino de mira por aquí, que guapo eres, mira por allá, ponte tibio, mira para arriba, te llueve futuro, mira para abajo, bueno para ahí no lo hagas, porque quizás descubras las trampillas por donde caerás, como uno más en la nómina de mantenidos que nos han favorecido, para que nosotros seamos infinitos.

    Ministros, luceros de instantes insignificantes, en el lecho de un mar notas que las traga las olas del poder

miércoles, abril 10, 2024

Caminando en un amor enfermo

 Me echo en tus brazos, tocino

nadie me dijo que fueras pollino

sentí a cambio, alforjas aldentes

dureza vertida, sobre diferentes

Creas realidades, yo te sigo 

tu me las dices, yo se las digo

Apareces un rato con idioteces

escuchan, boquean como peces

 Conseguiste representar a gente

entre buenas ropas y detergente

pero, aunque te paguen por cientos

si tuvieras vergüenza y seiscientos

comprenderías tus actos mastuerzos

y quienes te siguen hacen esfuerzos

y no son los seguiditas borregos 

respeta como llenan sus talegos

  Al levantar tu iletrada voz

  mejor no confundir en coz

   Eres consciente que te protegen

   irás desinhibido, pena por tu gen 

martes, abril 09, 2024

Cuando tu entraste yo partí

 El saxo de Jake Clemons entra con la estrella que me guía en mitad de conducir por toda la desierta noche en la que te había perdido entre estrellas fugaces

  Fluye una imagen sin pasos por los que transitar sus pixeles; descubrimos el agua cuando nos deshacemos. 

  Lo empezamos a hacer, lo de desintegrarnos, en vida; se nos borran las carcajadas en una comisión de investigación sobre el 11M, porque es más importante defender una patria en peligro, una bandera que ondea, un himno con su toritoriro. 

  Unos de aquellos carcajeados, vuelve a pasar por un tribunal; se van descubriendo millones de euros que recibieron por comisiones, ¡ay Vicente! ¡Vicente!, por tareas realizadas para su partido, para la grandes empresas que están ¡más a gusto! con ellos y ellas que hablan de la ¡Virgen! para explicar una sociedad, y quizás tengan razón, cuando nos sometemos a las imágenes.

  Ella, seguro que la investigará algun pobrecillo empleado, por dinero, le manda a la cola. Lo que no han hecho los que les votaron durante años y siguen teniendo excusas, ¡lo dice Vallés!, recrecido por decir la verdad, la de ellos; decía lo que no han hilado durante este tiempo es como pueden dar prioridad a seres que se hacen millonarios estando en política. 

   Un médico, casi firma un acta de defunción y por ahí, sigue su profesionalidad, como la de aquel en Colmenar Viejo, hecha una porquería y el disputado voto, donado por gente que se pone un trapo delante de los ojos para que no ver el desfile de vejaciones que ha sufrido su dignidad, entregando su voto, que es su vida, que es la asistencia que dan a su padre en la sanidad publica, a quien la quieren mercantilizar, sin engañar, otra cosa es que no la nombren, porque está puesto en su programa electoral. Ven chalets en el ojo ajeno y mientras les van haciendo una operación en el propio para que el imperio de casas que van formando a quienes votan, les parezca un jardín de infancia al que no podrán ir ellos, sumisos, porque no saben cantar con tanta fuerza, con tamaña impudicia las loas a la exclusividad. Alaban la violencia de los propios, aunque en estos intuyan que el recrecimiento es artificial. 

  Como la patria que dicen amar las grandes riquezas que patrocinan a unos desalmados voceros por un lado; a sus lamebotas con casullas de trajes exclusivos, por el otro, que taladrean simplezas que caen en un cenegal de apriorismos en los que muchos creen encontrar sus horizontes, siendo poster de donde no saben salir, sabemos porque parecemos vencidos.

   Caídos, por no haber defendido ante las Angels, ante los burdos que si unos ultras, con intereses en la sanidad privada, imponen un relato en el cual después de años, primero el juez no encuentra, lo que no había ni ahora, ni entonces; debemos concluir que con el último está en peligro la justicia de la que habla el profesor que expulsa en el primer momento del primer día de clase en una facultad de Derecho, a Nelson. La consecuencia de los actos de este, la sufrió Mónica Oltra y debemos concluir que en cualquier momento cualquier otro. Las consecuencias de las falsas acusaciones, nos podrán golpear porque los Vicentitos harán alegaciones, no como periodista, sino como portavoces, de la indecencia de esa que se pone corbata para detrás del televisión, alguien crea que es falo de la verdad, ante el que postrarse.

   Animan a Oltra a echarse en manos del cianuro, como aquellos montoneros, que tenían su capsula. Date un tiempo, toma tu camino, pero si se acerca el mundo yolander, teme que te lo pongan en la boca, para un final rápido. Muchos, que tenemos grabados la desesperación de una de tus últimas intervenciones porque no era por ti, era por nosotros y nuestra conversión en nada, lo que suponía la inacción, deseamos que no te asuste el ruido, como no te paso nunca, pero que esta vez, sepamos acompañarnos.

   

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y